miércoles, 19 de noviembre de 2008

PREGUNTA 2 BALANCE GENERAL

Cuando nos referimos a ética para los negocios, no estamos, sin duda, más que al frente del “nuevo status” que prioriza el compromiso del mercado con el mundo que habitamos. En este mundo, tal y como describe Edgar Angiano Balz, debemos recordar que aún existen “Valores y Principios” universales que aun cuando se puedan expresar y vivir de maneras diferentes en las diversas culturas, son comúnmente aceptados por todos.

Como balance general del caso Microsoft AntiTrust y desde el punto de vista de ética para los negocios, hemos visto a la largo de la presentación de este blog que, de diversas formas, esta gran compañía no pensó, y por ende no actuó, de forma tal que sus decisiones tuvieran como cimientos a la ética y la moralidad para con su entorno. A continuación analizaremos este balance de acuerdo a las unidades 1, 2, 3 y 6 del curso de Ética para los Negocios.

En cuanto a la primera unidad podemos establecer rápidamente la relación de la ética para los negocios y la ley norteamericana. Microsoft se encontraba realizando prácticas monopolistas, cosa que está totalmente penada por la ley pero que, como menciona el concepto, la ley solo proporciona los mínimos estándares de conducta aceptable. Así pues, el accionar de Microsoft estaba sobrepasando estos estándares; estaban sobrepasando los límites en su rol de líder del mercado. Estas nuevas decisiones toman muchas veces como sustento el fenómeno de la globalización. Para ello, primero la raza humana debe reflexionar y decidir sobre qué tipo de globalización quiere vivir tanto como la que NO quiere vivir. Microsoft interpretó mal a la globalización como una liberación o universalización de las cosas cuando simplemente se trataba de la disminución de las bases territoriales. Con este modelo empleado por Microsoft, la sostenibilidad estaba totalmente descartada; la compañía estaba satisfaciendo necesidades económicas del presente comprometiendo la capacidad de las futuras generaciones para satisfaces sus propias necesidades.

Con respecto a la unidad 2, Microsoft, una corporación propiamente dicha, es vista como una “persona artificial”. Esta compañía a su vez esta liderada por gerentes y accionistas; éstos son seres humanos y por ende, según Milton Friedman, poseen responsabilidad moral por sus acciones. Muy aparte de las razones de negocios por las que Microsoft opera, también existen entonces razones morales que, en conjunto llevan a esta compañía a aceptar responsabilidades sociales. Sin embargo, Microsoft no está efectuando un rol de responsabilidad social con sus “stakeholders”. Al incentivar el uso de su navegador de Internet lo que hace es limitar los usos y gustos de los constituyentes que bien podrían preferir a otra marca o compañía. Asimismo se afectan a otro tipo de constituyentes como son el mercado mismo y el Estado Norteamericano. Así pues, Microsoft no toma conciencia de esto y pone en tela de juicio su responsabilidad corporativa y su rol político. Todo el poder que ha ido adquiriendo Microsoft quizás ha perjudicado los valores de su cultura organizativa y así, con todo este poder, es muy difícil para el Estado crear un sistema legal eficiente para controlar y fiscalizar a corporaciones tan grandes y complejas. Debido a estoy a la falta de ética en las decisiones gerenciales de Microsoft es que están perdiendo la oportunidad de crear una “ciudadanía corporativa”, término que no sólo encaja con el buen accionar de los negocios sino también con la legitimidad de la sociedad, dando un amplio enfoque a los deberes y derechos de todos sus miembros y en forma equitativa.


Para la unidad 3, “Teorías éticas normativas para los negocios”, hemos realizado a lo largo del blog diversos análisis de teorías consecuencialistas y no consecuencialistas. En ambas se ha visto la increpancia de las decisiones éticas hacia los “stakeholders”, analizando el peso de las acciones y dándole prioridad en algunos casos a las que causen el “mayor bien” a todos los involucrados. Se han obtenido alternativas para algunos buenas, para otros regulares y al resto quizás pésimas. Todas teorías son válidas y en cierto modo nos ayudan a obtener ciertas pautas para comprender por qué ciertas decisiones son correctas y otras no. Sin embargo, en todas ellas, está claro que siempre debemos hacernos responsables de las decisiones que tomemos. Para el caso de Microsoft esto no es una excepción; se han visto planteamientos como los de carácter individualista y utilitarista en el ámbito de teorías consecuencialistas. Para el lado de las teorías no consecuencialistas principalmente se analizó la teoría de la justicia que no era más que un punto medio entre la ética de los deberes y la ética de los derechos.

Como parte final de este balance del caso Microsoft AniTrust compete analizar la unidad 6 del curso y en específico a la Teoría “Correcto vs. Correcto” de Joseph Badaracco. La gerencia de Microsoft tomó decisiones que en cierto modo catalogaron como correctas. Sin embargo al llegar a un punto crítico en donde las denuncias se hicieron cada vez más gruesas y pesadas nadie asumió la responsabilidad en el momento oportuno. Esto demuestra la falta de un código de ética que respalde a toda la corporación en sí. La Alta Dirección de Microsoft debe trabajar en este código que tenga como bases a los valores de la compañía, la responsabilidad social de la misma y como parte final a la sostenibilidad de los negocios informáticos en general, es decir hacia todo el mercado.

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